Cuando le preguntaron a George Bernard Shaw cómo había aprendido a hablar [en público] de un modo tan convincente, contestó: “Aprendí de la misma manera en que aprendí a patinar: poniéndome en ridículo una y otra vez hasta que me acostumbré.”
En los cursos me encuentro con alumnos con dos tipos de mentalidad: fija o de crecimiento. Si posees una mentalidad fija, consideras que los que hablan bien en público han nacido con esa habilidad y que tú nunca podrás aprender a comunicar como ellos porque careces de ese talento.
Si posees una mentalidad de crecimiento, crees que puedes mejorar en cualquier disciplina que te propongas mediante el entrenamiento adecuado. Crees en ti mismo y en tu propio potencial.
Aquí te listo algunos de los consejos que doy a mis alumnos para ayudarles a desarrollar una mentalidad de crecimiento, adaptados de mi libro favorito de productividad personal, Getting Results the Agile Way: A Personal Results System for Work and Life:
1. Llámalo un experimento
Se trata de un sencillo cambio de marco metafórico. Cuando experimentas, te das el permiso de fallar.
2. Considera la perfección un camino, no un destino
No existe la presentación perfecta y sí muchas presentaciones extraordinarias. En lugar de obsesionarte por la perfección, busca ser útil y aportar valor a tu audiencia.
3. Incorpora pequeñas mejoras con el tiempo
En lugar de buscar éxitos extraordinarios desde tu primera presentación, incorpora pequeñas mejoras en cada nueva presentación. Los mayores resultados se obtienen gracias a la práctica consistente y deliberada.
4. Recuérdate a ti mismo que o estás creciendo o estás muriendo
Un monitor de escalada no paraba de repetirnos: “Cáete siempre hacia arriba”. Quería decir que no nos diéramos por vencidos, que siempre cayéramos intentando subir un poquito más. Subir o caer, no hay término medio.
5. Prueba otra vez y después otra vez y luego otra
Si no tienes éxito a la primera, prueba de nuevo cambiando algún elemento. No desistas tan pronto. Tampoco hagas siempre lo mismo.
6. Enfócate en las lecciones más que en los fallos
Si crees que no hay fracasos, sólo lecciones, aprenderás con cada nueva presentación, independientemente de su éxito (vuelve a hacerlo) o fracaso (hazlo diferente).
7. Falla rápido
Cuanto antes falles, más rápido aprenderás.
8. No te tomes la vida ni a ti mismo con demasiada seriedad
“Si usted no sabe reírse de sí mismo, déjeme a mí, que yo lo haré encantado”, decía Groucho Marx. Acepta que excelencia y ridículo están separados por una delgada línea. Si quieres crecer, alguna vez tendrás que traspasarla.
9. Aprende a rebotar
No se trata de no caer nunca, sino de levantarse siempre con rapidez.
10. Date tiempo
No pretendas correr de la A a la Z. A menudo la diferencia entre dos resultados es el tiempo. No puedes leer mi libro o salir de mi curso y pretender incorporarlo todo a la vez en tu próxima presentación. Te estrellarás y me echarás a mí la culpa. Vete de la A a la B, de ahí a la C, y así sucesivamente. Ah, y que sepas que no acaba en la Z.
11. Empieza con pasos pequeños
Verás cómo irás ganando impulso y con el tiempo lo que ahora te cuesta esfuerzo luego te brotará con naturalidad como si llevaras haciéndolo toda la vida.
12. Aprovecha lo que ya sabes
No importa dónde estés o lo que hagas, siempre te llevas a ti mismo contigo. Busca todas las oportunidades en todos los escenarios para seguir practicando.
13. Acepta la sensación de crecimiento
Dicen los culturistas que “no pain, no gain”, o sea, que no hay progreso sin dolor. Al principio duele fallar. Es muy duro hacer el ridículo. Resulta humillante cagarla en una presentación. Acéptalo. Eso es crecer.
14. Encuentra un mentor y un coach
No tienes por qué contratar los servicios de un profesional. Los mentores están a tu alrededor ahora mismo: blogs, libros, charlas TED, personas que te dan su feedback valioso, niños que te enseñan a comunicar, tu cámara de vídeo, … Abre bien los ojos, no tienes que buscar muy lejos.
15. Adopta un enfoque de aprendizaje
Considera que mejorar tus habilidades de comunicación es un proceso de aprendizaje: lecciones, ejercicios, práctica, pruebas, resultados, y vuelta a empezar. Busca mejoras pequeñas, pero continuas. Busca feedback sincero. Nunca consideres que has llegado a tu destino. En las presentaciones y en la comunicación interpersonal, todos somos aprendices.
El Arte de Presentar.
Nunca dejes de aprender.
Gonzalo Álvarez